De primer plato, "puré de dragón con sus pinchos y escamas" (comentario de mi hijo: "ama, el dragón está ahí enterrado, ¿verdad?" ) con sonrisa incluida, claro está, ya sabe que es puré de verduras con picatostes triangulares haciendo las veces de pinchos de la espalda del dragón. Con ésto no tengo problemas aunque no lo disfrazara. Con picatostes se comerían cualquier tipo de puré.
Y de segundo, un castillo con su foso, puente levadizo, flores en el paisaje, y una corona para cada uno de mis príncipes.
Convertir la pechuga de pollo rellena en un castillo me ha costado bastante, la verdad. Y el resultado no ha sido muy boyante pero con una banderita improvisada con un palillo, los tejaditos de las torres y la puerta hechos de queso, y el puente levadizo de un trozo de tostadita, al final no ha quedado tan mal. El foso de ketchup y las flores recortadas en jamón york para darle un poquillo más de gracia (la chiquitina ha empezado por devorar las flores una detrás de otra). Habría estado bien tener un cortapastas en forma de dragón o algo así, pero lo más adecuado que tenía era el de corona, y como a mi hijo le encantan las formas recortadas en pan de molde... pues eso, una corona.
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