Esta receta la encontré en Pequerecetas, y me pareció una alternativa fácil, rica y sana que se puede aplicar a muchos platos de pasta. Por lo tanto, en realidad no es una receta, sino una forma de cocinar el calabacín para que sustituya a los tallarines.
Los INGREDIENTES, a gusto de cada cual. Por lo menos, calabacín (en mi caso, para mí sola, uno pequeño) sal y aceite. Luego ya lo que queramos ponerle: ajo, salsa de tomate, queso rallado, o como yo he hecho esta vez, tiras de pollo y champiñones en salsa.
La PREPARACIÓN, básicamente es lavar y pelar el calabacín, cortarlo en láminas finas con una mandolina o un pelapatatas, y luego cortar esas láminas en tiritas de un par de milímetros de ancho, más o menos del tamaño de los tallarines. Se rehogan en una sartén antiadherente durante unos minutos con una o dos cucharadas de aceite a fuego medio hasta que esté hecho pero "al dente" (en menos de 5 minutos estarán). Sólo queda poner al punto de sal y añadir el condimento o acompañamiento que queramos.
Iré probando variantes porque la verdad es que el sabor y la textura me encantan y es un plato mucho más ligero que su equivalente en pasta. Lástima que mi hijo detecte el sabor del calabacín a kilómetros y que no le guste nada, con lo rico que queda... a lo mejor intento darle gato por liebre algún día, ja, ja, ja...
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