Esta es, con diferencia mi forma favorita de comer salmón, que por cierto es un pescado que me encanta y además es muy saludable. El salmón a la plancha siempre me ha parecido que queda un poco seco, sin embargo en el microondas, como yo lo hago, que al fin y al cabo es cocido pero con muy poca agua, queda jugoso y riquísimo, y se prepara en poco más de cinco minutos. Una comida rápida, rica y sana ¿qué más se puede pedir?
INGREDIENTES (Yo lo he hecho para uno, si es para más, multiplicar cantidades)
Una rodaja de salmon fresco, de unos 150-200g.
Unas gotas de zumo de limón
Sal
Agua
Para la guarnición:
Esparragos verdes en conserva (yo utilicé casi la mitad del frasco)
Pimientos del piquillo (la cantidad, a gusto de cada uno)
PREPARACIÓN:
Lavar el salmón bajo el grifo y colocarla en una fuente o cazuela apta para el microondas. Yo suelo usar la tapa de una cazuela de pyrex, tiene el tamaño perfecto y poco fondo, con lo que luego es más fácil sacar el pescado. Agregar un poco de agua, lo justo para cubrir el fondo de la fuente (sin que llegue en ningún caso a cubrir el pescado), salar ligeramente y rociar con zumo de limón. Cocinar en el microondas a media potencia (sin grill) durante 3 o 4 minutos, en función del tamaño de la ración. Al sacarlo tendrá que estar rosado casi en su totalidad, si el centro no está hecho no importa porque se hará al darle la vuelta. Con una espumadera, darle la vuelta con cuidado de que no se rompa, poner también un poco de sal en este lado y volver a ponerlo en el microondas otros 2 o 3 minutos. Si la ración es más grande necesitará más tiempo, pero en cualquier caso se sabe que está hecho porque el color cambia a un rosado clarito y la carne se separa con facilidad. Si el centro está hecho, estará cocido por todas partes.
Mientras se hace el pescado, preparar la guarnición. Calentar una sartén con un hilo de aceite de oliva, escurrir los espárragos del jugo de conserva y hacerlos a la plancha unos minutos. Reservar. Rehogar a continuación los pimientos del piquillo con otro hilo de aceite.
Cuando el pescado esté hecho sacarlo con una espumadera para escurrir el agua, y servirlo acompañado de los espárragos y los pimientos.
Más fácil imposible. Y además está riquísimo, y si no, ya me contaréis.
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