Ésta es una receta que mi madre siempre ponía como entrante (entre otras cosas) en las comidas de celebraciones, como Navidad, o días señalados. Cuando yo empecé a hacerla me encantó lo fácil que era, y lo bien que quedaba. Además se puede hacer de vísperas y queda genial, lo cual es fantástico cuando hay que preparar por ejemplo una comida especial para mucha gente.Y últimamente he descubierto que combinada con pasta es un plato riquísimo para llevarme en el tupper, así que casi me gusta aún más que antes, si cabe. ¿Adivináis que me llevo mañana para comer en el trabajo?
INGREDIENTES (para 2 personas, si es más, multiplicar):
- medio kg. de champiñones, mejor de tamaño medio o pequeño
- un diente de ajo
- media cebolla o cebolleta
- una cucharada de harina
- medio vaso de vino blanco
- una hojita de laurel
- perejil
- media cucharadita de sal
- una pizca de pimienta blanca (opcional)
- aceite de oliva
PREPARACIÓN:
Echar en una sartén antiadherente un fondo de aceite (3 o 4 cucharadas). Cortar la parte dura del tallo a los champiñones y lavarlos bajo el grifo rápidamente. Trocearlos, si son pequeños en cuartos, y si no, en gajos o láminas gruesas. Reservar.
Picar fina la cebolla y pocharla hasta que empiece a ponerse transparente. Añadir el ajo picadito y hacer unos minutos más. Agregar los champiñones y remover con una cuchara de madera. Rehogar durante cinco minutos removiendo de vez en cuando.
Echar una cucharada de harina y remover bien para que no se hagan grumos. Añadir medio vaso de vino blanco y otro medio vaso de agua, remover un poco y dejar que se hierva a fuego medio-bajo unos 15 minutos para que se vayan ablandando los champiñones. Remover de vez en cuando con una cuchara de madera, si se evapora demasiado líquido se puede echar otro poco de agua.
Incorporar la hojita de laurel, y un poco de perejil (al gusto, yo le pongo como una cucharada) y dejar cocer otros 15 minutos a fuego lento y con la sartén tapada. Remover para vigilar que no se peguen. 5 minutos antes de finalizar la cocción añadir la sal y la pimienta, mezclar, y dar el último hervor.
¡Sencillamente riquísimos!
(Mañana para comer, pasta con champiñones en salsa, mmmm!)
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