Ahí va la receta:
INGREDIENTES:
Un paquete de hojaldre (yo usé del fresco, que viene una plancha redonda enrrollada).
Unos 40 gr. de queso parmesano
Media cucharadita de ajo en polvo
Harina para espolvorear.
PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 200º. Espolvorear con harina la superficie de trabajo y extender el hojaldre.
Con una brocha de cocina humedecerlo con un poco de agua para que el relleno se pegue bien.
Espolvorear el ajo y el queso por toda la masa, lo más uniformemente posible. A continuación doblarla por la mitad presionando un poco para encerrar dentro el relleno, y con un cortapizzas o un cuchillo afilado, cortar tiras de algo menos de dos dedos de ancho. Torcer cada tira sobre sí misma para dar la forma de espiral.
Colocar las espirales en una bandeja de horno forrada de papel de aluminio y hornear por unos 10 minutos, o hasta que estén dorados.
Mi experiencia con los bizcochos ya me decía que esto es absolutamente relativo. Las mías necesitaron más o menos el doble de tiempo para coger un buen colorcito, y ya veis que no estaban demasiado tostadas, ni mucho menos.
Yo las guardé en un tupper hermético en el frigorífico, y me aguantaron varios días en perfectas condiciones. Lástima que para mi marido y mi hijo el sabor era un poco fuerte, para mí estaban deliciosas. Tendré que probar con menos ajo todavía y algún queso más suave, aunque probablemente les quitaré la mayor parte de su gracia igual tienen más aceptación en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario